Berlinas, berlinesas, xusos, o pepitos, pero en mi tierra se llaman "ABISINIOS".
Hace un par de años empecé a aficionarme con la repostería y una de las primeras cosas que intenté hacer fueron los abisinios, pero tras varios intentos fallidos (me quedaban duros como un pedrusco), los dejé aparcados.
Eran mi pastel favorito cuando era niña los que vendían en la Confitería Bayón de Peñafiel, pero hace ya bastantes años que cerraron y hoy los auténticos (porque por ahí hay muchas imitaciones) sólo se pueden encontrar en Valladolid o en Medina de Rioseco, en las "
Confiterias Cubero". Bueno y ahora también en mi casa aunque no pretendo ni mucho menos compararme con estos maestros tengo que decír que me han salido casi idénticos. Lo digo yo, que soy experta porque como ya he dicho eran mi dulce favorito en la niñez, y esos sabores nunca se olvidan, y también lo dicen quienes los han probado, de momento mi marido y esta mañana mis compañeros de trabajo que me han dicho que si los había comprado... jajaja.
Bueno pues este fin de semana lo volví a intentar y lo conseguí... y aquí dejo la receta, y el secreto, para que a quien quiera intentarlo no le ocurra lo mismo que me ocurrió a mi las primeras veces.
Ahh, también he visto por ahí navegando quien los hace utilizando medias noches compradas.... no, no y no porque eso es trampa y no pueden estar igual de ricos.
INGREDIENTES:
Para la masa:
250 grs. de leche (yo desnatada)
30 grs. de levadura fresca prensada o 10 grs. de levadura seca de panadería
(
no valen los polvos de hornear tipo Royal)
60 grs. de azúcar
15 grs. de azúcar vainillado
75 grs. de mantequilla ablandada
2 huevos medianos
500 grs. de harina de fuerza
1 cucharadita pequeña de sal.
Para freir:
500 cl. de aceite de oliva o girasol (yo prefiero el de girasol porque queda más suave)
Para rellenar:
100 grs. de azúcar
500 grs. de leche (yo como siempre desnatada)
50 grs. de maizena
3 huevos medianos
1 cucharadita de esencia de vainilla o azúcar vainillado.
Empezamos:
Lo primero que hay que hacer es templar la leche en el microondas y si vamos a utilizar levadura fresca incorporarla desmenuzada a la leche templada, si utilizamos levadura seca hay que mezclarla con la harina y la sal.
Añadir a la leche templada el azúcar, la mantequilla y los huevos y batir hasta que este todo bien mezclado.
Ahora agregar la harina y la sal (y la levadura si es seca), mezclar y amasar cinco minutos con la amasadora, si no mezclar con una cuchara de palo, y dejar reposar hasta que doble su volumen (esto depende de la temperatura, igual puede tardar media hora que cuatro, así que a echarle paciencia, yo con mi horno nuevo lo pongo en la función levantar masas y listo, pero si teneis un horno convencional, lo poneis dentro en un bol a 50º o a 40º con el turbo y así se acelera el proceso, y si no pués a esperar........
Una vez que la masa ha doblado el volumen es cuando viene lo difícil. Me he leído todas las recetas que he encontrado y en todas ellas decía que si la masa está muy blanda hay que agregar harina hasta conseguir que no se pegue a las manos, así que yo dale que te pego a hechar harina hasta que al final había añadido casi el doble de la receta, PUES ESO NO SE HACE, y lo pongo con mayúsculas para que me oigais bien, que así lo hacía yo... y como piedras luego..... NO.
Se pueden hacer dos cosas: o bien formais directamente las bolitas con las manos bien untadas en aceite para que no se os pegue la masa. o bien os poneis a amasar a mano sin añadir ni una gota de harina a la masa hasta que quede flexible y no se pegue, y formais las bolitas después. Yo he probado de las dos maneras y prefiero la segunda opción, aunque ambas quedan bien, amasando a mano quedan mucho más esponjosos, y además es una gozada (se quita el estrés ahí dándole golpes a la bola). Dejo este enlace para que tengais una idea de como amasar:
La cocina de Babette.
Hay que tener preparadas las bandejas con papel de horno bien aceitado (esto que no se os olvide) e ir colocando las bolitas bastante separadas para que al crecer no se peguen unas con otras porque hay que volver a dejarlas doblar el volumen. Para formar las bolas os podeis ayudar teniendo al lado una báscula como hice yo e ir pesando porciones para que luego salgan más o menos iguales. Las mías son de 30 grs.
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Ya han doblado el volumen y están listos para freir.
Bueno, pues ahora lo que queda es muy sencillo: echar el aceite en una sartén profunda en la que los bollos puedan flotar, preparar un plato con papel de cocina absorbente para escurrir al sacarlos de la sarten y otro plato con azúcar para rebozarlos cuando hayan escurrido.
Una vez que el aceite esté caliente pero no demasiado despegarlos con mucho cuidado del papel para que no se desinflen e ir friendoles despacito, vigilar bien porque en un segundo pasan de doraditos a quemados, escurrir, rebozar en el azúcar y esperar a que estén fritos para rellenarlos.
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La crema pastelera se puede tener preparada del día anterior para que esté bien fría a la hora de rellenar.
La elaboración es muy sencilla, primero se pone a calentar la leche con el azúcar y la vainilla moviendo para que se disuelva, y bajamos el fuego antes de que empiece a hervir. Por otro lado mezclamos los huevos con la maizena y lo añadimos a la leche poco a poco y sin dejar de mover hasta que espese.... y ya está.
Dejamos la crema en el frigorífico para que se enfríe en un táper o directamente en una manga pastelera y por último cortamos los bollos por la mitad sin separar del todo las tapas y a rellenar...